martes, 23 de febrero de 2010

Volver

Aquí estoy, he vuelto a publicar en este blog que tantos recuerdos me trae.

Aquí estoy, he vuelto a pensar (y re - pensar) a nuestro país y cada uno de sus personajes.

Aquí estoy, he vuelto a escribir sobre miradas, posiciones, visiones, puntos de vista de ciertas terminologías que son el ABC del vivier en sociedad.

Aquí estoy, he vuelto y seguiré por aquí.

Julio.

Por si hay alguien del otro lado que le interesa lo que puedo llegar a escribir y pensar. Si no es así, todo bien. Lo importante es que volví. Ya lo decía Carlitos Gardel..."volveeer...".

Pensando en la liberdad (primera aproximación)

Siento, a veces, una irresistible sensación de libertad. Digamos que es algo potencial; estoy dudando de la posibilidad de libertad. Ahora bien, algunos piensan que es algo innato de la persona (ser) humana. Me atrevo a disentir en este aspecto. Creo que es una simple categoría funcional para hacernos pensar que hay algo más allá de nuestras narices.
Igual, de tanto pensar y pensar en qué es la libertad traté de dilucidar un poco. Para empezar pensemos en que La libertad absoluta, la “libre libertad”, bajo este sistema, no existe. Es una gran contradicción capitalista. El devenir económico, antropológico y filosófico han logrado reprimir la idea de libertad, de manera solapada. Digamos que uno quiere buscar la libertad con la famosa frase “mi libertad y mis derechos terminan en donde empiezan la de los otros”. Bajo este marco de restricciones totalmente válidas (para la sociedad burocrática en que vivimos), tampoco hay libertad de causa. Una libre libertad no la encontraremos en esta realidad. Podemos pensar que hay una libertad potencial pero no libre libertad.
Entonces, bajo este sistema de vida capitalista burocrático, ¿nunca seremos libres? El hombre como ser ha virado en sus finalidades. El hombre, el “ser-ahí”, para Heidegger, es posibilidad; pero el hombre contemporáneo, el de hoy, el cósico-ser es realidad. No hay propósito por la vida solo que el de consumir. Por esto ha perdido noción de la vida. No es posibilidad, sino cosa.
Dijo Heidegger “el momento en que el hombre dejó de pensar en el ser es cuando se dejó dominar por lo cósico” la cosa mundana, el mercado, el consumo. Del ser al tener, el hombre pasa a ser “cósico-ser”.
Es de menester una revisión de esta situación, porque es así que la libertad, como finalidad última, queda reprimida al tener. Entonces, todos creemos que somos libres por comprar pero no, somos un engranaje más de un sistema “cuasi” perfecto.
En fin, creo que en el único momento que el hombre es libre es cuando se muere, justo antes de esa totalidad. El hombre es "posibilidad". Esa posibilidad la da la razón, el "querer ser”, el ser-ahí o Dasein (según Haidegger). Entonces, dejamos de ser "posibilidad" ya que la muerte aniquila y pasa a ser “cosa”: totalidad.
La muerte es inminencia fundante: todos sabemos que nos vamos a morir. El problema es que no refiere a nada (no es signo. Los útiles si refieren. Por ejemplo: clavo, martillo, cuadro), solo refiere a mí. En fin, la muerte al ser una inminencia, el ser tiene que cerrar su totalidad desde su existencia y en su existencia.
Por eso, creo, que en este sistema la muerte es negada, no es aceptada. Como es negada, nos produce angustia (el aún no me toca, o no es mi momento). Como todo lo que nos produce angustia, creamos Dioses para que nos den respuestas a estas angustias. Digo, entonces, que el hombre tiene que buscar las respuestas. El hombre tiene que creer en el hombre.
Volviendo a la muerte, negarla es angustiante para el Dasien (ser-ahí Heideggeriano). Entonces, si logramos aceptarla, (saber que está ahí) vamos a aceptar la vida, por ende, vamos a ser un poco más libre.
Porque la totalidad de nuestra existencia se cierra cuando somos libres del todo, en definitiva, cuando morimos.

Enojo (y me hago cargo de lo que dicen cada una de estas palabras)

Me enojé con la ignorancia y la mediocridad de nuestra sociedad, ¿hasta cuándo argentinos? Tenemos que tener la capacidad de salir, de una buena vez, de la potencialidad de ser un País. Ya me cansé de que me digan “si este país tuviera buenos políticos, seríamos una potencia” o “acá tiras una semilla y nace cualquier cosa”, ¡ya está! Dejemos de querer ser algo más de lo que podemos ser y miremos nuestro ombligo. Son “chambonadas” típicas del argentino que se la sabe toda. Ya está, ¿no nos damos cuenta de lo que somos? Si no lo hacemos nunca vamos a poder cambiar. Acá el más vivo es el que más caga a la otra persona, o el que mejor insulta, o el que cruza en rojo y la policía de tránsito no lo detiene, o el que no paga los impuestos....¡son todos una pelotudos! Aplaudo la ignorancia de mi País, es bueno darse cuanta de que lo somos, nos permite cambiar (o tratar de). Y nos cansamos de llenarnos la boca diciendo que somos los mejores, los más inteligentes; entonces, ¿por qué carajo estamos así?

Y lo político, y lo social. Son uno, son un espejo. Si el político roba nos quejamos, y nosotros nos cansamos de transgredir normas, leyes ¡Qué hipócrita que somos argentino! Nos llenamos la boca de payasadas, usémosla para decir cosas que queden y construyan, para putear que tan bien nos sale.

Rivalidades, viles rivalidades en un País pasional y sin capacidad de discernimiento. Me da miedo. Tiemblo de solo pensar en que todo se queda en la “hepidermia”, en la superficialidad banal que venden los medios y que los periodistas (in) dependientes defienden. Ellos que tendrían que ser el cambio, el “click” (o no se qué) se ponen a jugar este juego sucio y perverso de pintar y querer armar un país desagradable. Golpes militares, la Guerra de Malvinas, el campo y los grandes lobbys oligarcas que se cansan de pedir una repartición equitativa (o igualitaria, que es peor) de las riquezas ¿Me están cargando? Sociedad Rural, bendita seas por los males a este País. Desde Roca hasta Néstor Kirchner.

Defender lo indefendible, ¿para qué darle de comer a monopolios que han destruido y fundido el país? Es categórico el ejemplo de los noventa de Menem ¿Para qué? No quiero, con esto, entrar en las rivalidades público-privado. Porque las rivalidades no hacen bien a nadie, son extremos, son nada. Está más que claro que el más marxista (más que Marx) ha privatizado algún que otro servicio público, y el más liberal (más que Smith o Locke) ha dejado en manos del Estado otros tantos.

Pero es la rivalidad la que nos lleva al suicidio como sociedad ¿Hay que ser de River o de Boca?, ¿hay que ser Unitario o Federal?, ¿Del flaco Spinetta o de Charly (o, si lo llevamos a bandas: de Soda o de Los Redondos), ¿peronista o radical? y, como el bipartidismo se rompió, ahora “K” (zurdo oficialista) o del campo, o de la oposición (que se opone hasta en la manera de mirar o de mover los micrófonos cuando habla la Presidenta) Pobre País, en vez de construir Democracia (des)construye ideales que se cultivan con pirotecnia y papelitos; con algún que otro choripan y más de cincuenta años de clientelismo. Pobre País, ya debe de estar cansado de tanta mediocridad. De defender causas in-nobles solo por poder ir de vacaciones a Europa o comprar más (y mejor) tecnología o sentirse “poderoso” por cortar una ruta y parar a todo un país, ¡Qué frívolo que somos argentinos!

Pobre país, ¿qué será de los pensamientos de Mariano Moreno, o el último Alberdi?, ¿dónde quedó el patriotismo de San Martín y de Belgrano? Pobre mi País, pobre. En fin, está en la edad del pavo todavía: va a cumplir 200 años de (in) dependencia.

Carta a Biolcatti (y su mirada, superadora, de la pobreza

De mi consideración:

“Cuando el campo dice patria”, dijo, señor Biolcatti, en la apertura de la exposición de la Rural; y desgranó la definición de la misma de manera convincente para los Macri, los Rodriguez Saá y todos los hombres y mujeres de campo. Ahora bien, le hago una consulta ¿incluye, de verdad, a todos los argentinos? A ver...

Llama al reclamo del sector agrario el reclamo de un País. De un País netamente agrario, o un reclamo a aquellos que son campo, ¿Argentina es solo campo? Aquí comienza a desentramarse algo, mi estimado amigo.

Patria, para usted Biolcatti, es solo el campo. Patria, es el país que construyeron en la generación de los 80, con su “orden y progreso”, con su “civilización y barbarie”, con su “Conquista del desierto”, con sus gobiernos aristocráticos (como planteaban Platón y Sócrates: “el gobierno de los mejores”).

Patria, para usted, es seguir bajo el un modelo agroexportador: exportando materias primas eh importando productos manofacturados. División internacional del trabajo, según Smith o David Ricardo (Ley de ventajas comparativas). Esto no es más que seguir en dependencia a aquellos países que la Generación de los Roca, Pellegrini y Saenz Peña promulgaba como la ideal.

Habla de que, Patria, es “humanismo, es solidaridad, es esperanza”, ¿para TODO el pueblo señor Biolcatti? Cuando llama a la pobreza como una enfermedad, ¿qué quiere decir estimado Biolcatti?, ¿eso es humanismo? Cuando corta las rutas por más de 4 meses y para a un país que quería seguir trabajando, mientras el campo no paraba de cosechar, ¿eso es solidaridad señor Biolcatti?, ¿y los maestros, qué ganan miserias y el campo le calienta tres kinotos su situación?, ¿y la Inseguridad, señor Biolcatti?, es hermana de la enfermedad de la pobreza, ¿verdad? Una persona de su intelectualidad, ¿cómo puede decir que la pobreza es una patología? En fin, son visiones de mundo, señor Biolcatti, y usted tiene una un tanto “positivista” como puedo apreciar. Lo invitaría a re pensar este concepto y mirar un poco el pasado. Desde dónde se ha construido la sociedad que tenemos hoy. Esas escuelas totalmente degradadas, una juventud (no toda) no educada, ¿no recuerda los cambios en la escolaridad impulsados por el gobierno de Carlos Menem? O esa misma generación de los 80 y que sin el campo no se puede vivir. Somos el campo, en eso concuerdo con usted. Pero, respóndame señor Biolcatti, ¿no tenemos la capacidad de poder producir manofacturas? Cierto que hemos tenido presidentes capaces de impulsar políticas así pero no fueron permitidas por sendos golpes militares. Saqueme una duda, señor Biolcatti, la Sociedad Rural, qué usted preside, ¿no ha apoyado a esos golpes militares? No ha hecho bonanza con las políticas Neoliberales impulsadas por Ministros de Economía como Martínez de Hoz (no me refiero al creador de la misma Sociedad Rural). Haga memoria señor ¿Era productivo apoyar a esos gobiernos de facto?, ¿no hubo desaparecidos en ese entonces? Digo, habla de solidaridad y patria y se han apoyado gobiernos de facto, no elegidos por el pueblo, no democráticamente, y que han asesinado a más de 30 mil argentinos.

No quiero entrar en facilismos, señor Biolcatti, pero es necesario mirar un poco dentro de usted. Se que tenemos miradas diferentes de País. Pero le pido un poquito de solvencia y honestidad intelectual. No diga que está interesado en los problemas de todo un país. Solo le importa su lugar, su riqueza, sus 3 aviones y sus tierras valuadas en 60 millones. Diga que lo único que interesa es que se abran las exportaciones, sin un céntimo de retención, para ganar un poco más. Diga que no fue el país el que perdió una oportunidad única: fue su sector. Diga que han tenido rentas extraordinarias desde la devaluación del dólar. Diga, por favor, que solo quiere soja en este País, porque es lo que más ganancia da. Diga que se están desmontando millones de hectáreas para sojizar el país. Con esto, quiero que lo sepa, vienen las grandes inundaciones (¿recuerda Santa Fe y Tartagal?), cambios en el medio ambiente y, así, sequías (no llueve por algo señor Biolcatti, no es culpa del gobierno), y nuevas enfermedades (dengue y gripes...no pobreza, acuérdese que no es una enfermedad). Diga que solo le interesa su ombligo. Dígalo.

La patria, para usted, es solo eso. Economías liberales de mercado, rentas, grandes extensiones de tierra, y liberalización de las exportaciones de todas nuestras materias primas. El 10 de Diciembre dice que esta manera de gobernar va a cambiar, ¿para bien del pueblo, señor Biolcatti, o solo para su sector, cómo ha sido históricamente? Espero que esta oposición, que lo único que hace es destruir todo, tenga un poquito de piedad con el TOTAL del pueblo y piense en el pueblo. El pueblo no votó al campo, señor Biolcatti, el pueblo votó (en votaciones democráticas) por un desacuerdo con las políticas oficiales. El pueblo es el que elige y habla. Quizá no sepa mucho de esto, señor Biolcatti, digo de la palabra democracia (búsquela en el diccionario). El pueblo, muchas veces preso de mediatizaciones estereotipadas y por un descreimiento político elige sin saber, o por lo que los medios venden. Quiero que seamos sensatos y concuerde conmigo, señor Biolcatti, los medios de comunicación han sido grandes artífices en el descreimiento político de estos tiempos. No con esto quiero “salvar” al gobierno oficial, pero (desde mi mirada, que es diferente a la suya) solo ha errado en el modo de comunicar la famosa resolución “125/08” (y en muchas cosas más, pero estamos de acuerdo que es un problema económico de sector, nada más). Pensar en la distribución de la riqueza, sacarles a los que más han tenido para darles a los menos, ¿no le parece algo interesante para analizar señor Biolcatti? Recordemos que han ganado de manera exponencial en los últimos tiempos. Ahora, concuerdo con usted en algo: es una época de “vacas flacas”, literalmente, para su sector. Pero, hay una gran crisis internacional que nos afecta a todos. Han bajo el precio de los granos. Ahora, le hago una consulta, ¿recuerda como funcionaban las retenciones móviles, señor Biolcatti?, ¿cuánto estarían pagando de retenciones en este momento? Pero bueno, no puede “chocar” intelectualmente, lo que se está destruyendo, como castillo de naipes, es su modelo de país. Ese modelo Neoliberal, en donde el mercado es el que manda y hace y desase a su antojo. No lo puedo culpar, señor Biolcatti, entraría en un estado de crisis existencial un tanto importante. Pero, recuerde, tiene los mecanismos para solucionarlo. Los mecanismos ya los conoce, su poder de “lobby” y, también, la gran cantidad de dinero en su poder. Es poderoso, señor Biolcatti, lo sabe y utiliza eso para sí. No lo comprendo, perdóneme por mi inoperancia hacia esta forma de gobernar, o modo de ver la sociedad. Para mí, mi estimado amigo, no es un mercado. El pueblo no es el público objetivo al que le tengo que vender. El pueblo soy yo, usted, todos. Pido perdón, nuevamente, por mi incapacidad de entender que el mercado sea quien regula la vida en sociedad. Ahora, concuerde conmigo, no ha resultado satisfactorio este accionar, ¿no le parece?

En fin, hablar de Patria es hablar de un pueblo. De ciudadanos comprometidos. De un país que, en su totalidad, apunta al crecimiento social, político, educativo, de salud, de TODOS. En algo estamos de acuerdo, mi estimado amigo, decir que “a la Patria hay que sentirla y honrarla, todos los días, con gestos solidarios” y que la “Esperanza es el fervor que brilla en las miradas de los que, cuando decimos Patria, se nos enciende el corazón”. Es momento que se le encienda el verdadero fuego de la Patria, señor Biolcatti. Vamos a cumplir 200 años de vida; estamos, potencialmente, capacitados para cambiar. Pero desde todos los sectores, no solamente “gobernando” para uno solo. La Patria somos todos: usted, yo, ellos....TODOS.